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REGRESA A LA CATEDRAL DE SEVILLA LA PINTURA «EL TRIUNFO DEL SACRAMENTO DE LA EUCARISTíA» DE FRANCISCO DE HERRERA ‘EL MOZO’ TRAS SU RESTAURación

REGRESA A LA CATEDRAL DE SEVILLA LA PINTURA EL TRIUNFO DEL SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA DE FRANCISCO DE HERRERA ‘EL MOZO‘ TRAS SU RESTAURACIÓN

Este jueves día 10 de agosto, se presentará la pintura EL TRIUNFO DEL SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA

La pintura quedará expuesta temporalmente en el trascoro de la Catedral, y podrá visitarse durante el horario de apertura de la misma.

Horario:

8:00 h. a 10:00 h. Puerta de San Miguel.

11:00 h. a 18:00 h. Puerta del Príncipe (Durante el horario de la visita cultural)

El Triunfo del Sacramento de la Eucaristía

Francisco de Herrera “el Mozo”

Óleo sobre lienzo

1656

Archicofradía Sacramental del Sagrario de la S. I. Catedral de Sevilla

Durante estos meses, se ha llevado a cabo una admirable intervención en una de las obras más importantes de la producción de Francisco de Herrera “el Mozo”, la pintura “El Triunfo del sacramento de la Eucaristía”. El cuadro se trasladó al Museo Nacional del Prado con motivo de la exposición “Francisco de Herrera ‘el Mozo’ y el Barroco total”, comisariada por Benito Navarrete, Catedrático de Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid.

Los trabajos de restauración y análisis de esta obra se han llevado a cabo en los talleres del Museo del Prado por la especialista María Álvarez – Garcillán, quien ha devuelvo a la pintura todo su esplendor. El lienzo presentaba varias patologías, entre las que destacaban algunos levantamientos puntuales, pérdidas de estratos y restos de barniz oxidado que alteraban el cromatismo real de la obra, además de algunos repintes puntuales y gran cantidad de suciedad superficial en el lienzo y el marco.

El Triunfo del Sacramento fue un encargo que hizo la Hermandad Sacramental de la parroquia del Sagrario de la Catedral a este insigne artista hacia 1655. Esta pintura es un claro ejemplo de la llegada a Sevilla de las corrientes italianas. Según el profesor Alfonso Pérez Sánchez, ex director del Museo del Prado, se trata de una pieza fundamental en la etapa de madurez del autor que plasma el culmen de una época, por la extraordinaria belleza de su colorido cálido y fulgurante, y por la eficacia de las grandes figuras a contraluz, colocadas de espaldas de manera muy desenvuelta, creando un espacio circular en torno al sacramento, a cuyo alrededor revolotean unos ángeles muy diluidos por aguadas y veladuras en la luminosidad que desprende la custodia.

La iconografía de la obra recoge como la Iglesia sostenía la conversión de las substancias del pan y vino eucarísticos en el cuerpo y sangre de Cristo, mientras los diversos grupos protestantes lo negaban.

Gracias a esta notable intervención y exhaustivo estudio de la obra, se han conocido diversos datos que permanecían ignorados. Tras la retirada del barniz tan amarillento y denso que cubría la pintura, se han recuperado detalles tan importantes como la firma y fecha de la misma. De igual modo, han salido a la luz los matices, contraluces, aguadas y veladuras, descubriendo así una calidad y técnica excepcional que ha permitido estudiar a fondo la pintura de esta eminente etapa del artista.

La Archicofradía Sacramental del Sagrario y por ende la catedral de Sevilla, se han visto enriquecidas sin duda con esta intervención. Asimismo, es deseo de ambas instituciones acceder a las numerosas peticiones de facilitar el acercamiento a la obra. De esta manera, podrá contemplarse temporalmente en el Trascoro para el deleite de todos los que se acerquen a la catedral.

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