Itinerarios Pedagógicos

En 1248 fue consagrada la Catedral de Sevilla, tras la reinstauración del culto cristiano en la ciudad por parte del rey Fernando III el Santo. Por tanto, desde aquel momento, este templo es la iglesia del arzobispo de Sevilla y de todos sus diocesanos, siendo además uno de los principales centros de Fe para el cristianismo.

El actual edificio gótico se debe a la actividad constructiva del Cabildo de la Catedral, suscitada a lo largo del siglo XV, dándose desde entonces una intensa actividad arquitectónica, artística y religiosa entre sus muros.
El objetivo de este itinerario es el de conocer cómo las diversas disciplinas artísticas juegan un papel fundamental en la catequesis y evangelización, de manera que comprendamos el hecho de que los protagonistas de la historia de este lugar lo orientan todo por y para Dios.

La figura de Bartolomé Esteban Murillo es una de las más importante de la historia de la pintura. Se convirtió desde muy joven en el más destacado de la ciudad, siendo requerido por particulares e instituciones con muchos encargos. En una Sevilla muy religiosa, su obra alcanzó el grado de sobresaliente gracias a la capacidad de mostrar con sus pinceles una visión amable y cotidiana de lo divino, favoreciendo el encuentro con Dios a través de la contemplación de sus creaciones. Al descubrir su producción, podemos afirmar que Murillo sigue hoy en día siendo unos de los mejores evangelizadores y catequistas, pues nadie cómo él supo captar cómo el arte es un canal privilegiado para la oración y el aprendizaje.

La Iglesia Colegial del Divino Salvador es un lugar fundamental para entender la historia de Sevilla. Su característica más importante es la de lo sagrado, pues desde hace siglos ha sido un espacio donde las distintas civilizaciones y culturas que han pasado por Sevilla, han desarrollado actividades religiosas aquí. En este recorrido comprenderemos cómo cada una de ellas han sido protagonistas de la historia de la ciudad, en una primera parte de la visita que tendrá lugar en la cripta; para posteriormente, en el interior del templo, reconocer a la que fuera Iglesia Colegial del Divino Salvador, como uno de los epicentros de la fe cristiana hispalense, pues en ella se aúnan la colosal catequesis visual a través del esplendor artístico que desprende, con el arraigo popular de este espacio por medio de las importantes devociones que son veneradas.