Bartolomé Esteban MURILLO, 1655
Sacristía Mayor
Ramón BAYEU, 1670
Capilla de Scala
ANÓNIMO, Siglo XIV
Antecoro
ANÓNIMO, Siglo XIV
Capilla de la Antigua
,
Bartolomé Esteban MURILLO, 1668
Sala Capitular
Bartolomé Esteban MURILLO, 1668
Sala Capitular
Bartolomé Esteban MURILLO, 1668
Sala Capitular
Bartolomé Esteban MURILLO, 1668
Sala Capitular
Bartolomé Esteban MURILLO, 1668
Sala Capitular
Bartolomé Esteban MURILLO, 1668
Sala Capitular
Bartolomé Esteban MURILLO, 1668
Sala Capitular
, 1668
Bartolomé Esteban MURILLO, 1667
Sala Capitular
,
Juan de ROELAS, 1609
Capilla de Santiago
Seguidor de Francesco de MURA, Siglo XVIII
Oratorio del Señor Arzobispo
Bartolomé Esteban MURILLO, 1665 -1666
Capilla del Ángel de la Guarda
Bartolomé Esteban MURILLO, 1674
Capilla de Santiago
Juan NÚÑEZ, En torno a 1480
Sacristía de los Cálices
Frans FRANCKEN II, Hacia 1630
Capilla de San Hermenegildo
Jacob JORDAENS, 1669
Capilla de San Antonio
Jacob JORDAENS, 1669
Capilla de San Antonio
Francisco de ZURBARÁN, 1635 – 1645
Sala del Pabellón
Juan de VALDÉS LEAL, 1657 – 1658
Sala del Pabellón
Abraham VAN DIEPENBEEK, Siglo XVII
Sala del Pabellón
Juan de VALDÉS LEAL, En torno a 1656
Sala del Pabellón
Marcello COFFERMANS, siglo XVI
Sala Hipóstila o Sala de las Columnas
Francisco de ZURBARÁN, 1645 – 1650
Sala del Pabellón
Luis TRISTÁN, 1624
Capilla de Santiago
Alonso CANO, 1635-1637
Capilla de Belén
Hernando de ESTURNIDO, 1553 – 1556
Capilla de los Evangelistas
Hernando de ESTURMIO, 1553 – 1555
Capilla de los Evangelistas
Hernando de ESTURMIO, 1553 – 1556
Capilla de los Evangelistas
Pedro de CAMPAÑA, 1547
Sacristía Mayor
Artemisa GENTILLESHI, 1620
En restauración
Francisco PACHECO, 1620
Sala del Pabellón
Pintura
La Catedral de Sevilla posee uno de los más ricos tesoros artísticos conservados en ámbitos eclesiásticos y está considerada como una de las mejores pinacotecas de España. Gran parte de las pinturas son obras de primera calidad y su inventario actualizado comprende ochocientos treinta y tres registros.
Este tesoro, que ahora damos a conocer en ínfima parte, se ha formado a través de los siglos como consecuencia del deseo del propio Cabildo de enriquecer su Catedral y por el afán de muchos de sus canónigos que encargaban pinturas para adornar retablos y capillas. Igualmente, las principales familias sevillanas que escogieron la Catedral como sede para sus enterramientos, adornaron sus capillas con composiciones pictóricas, además de aquellos que en sus testamentos, dejaban parte de sus colecciones para ser colocadas en sus dependencias. De esta forma, desde el siglo XV hasta el siglo XIX, la historia de la pintura aparece profusamente representada en la Catedral sevillana.
Digna mención merecen las maravillosas rejas de las distintas capillas y altares que con sus solemnes barrotes, han contribuido decisivamente a que a día de hoy, podamos contemplar las obras allí colocadas como si estuvieran recién facturadas, además de ser la distancia desde el exterior de las mismas, a la que el autor supondría que se admiraría su obra. Esto fue vital para asegurar la adecuada conservación de las pinturas que no estaban al alcance directo del espectador. Pasemos pues a visualizar una mínima parte de ese rico legado pictórico con el que nos deleita este fantástico monumento.