El Cabildo de la Catedral en colaboración con la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla, desarrollará la segunda actividad de la Cátedra Magna Hispalensis de Fe, Arte y Cultura, con unas jornadas de divulgación musical. Estas jornadas incluirán dos ponencias y un concierto dedicados a la figura de Francisco Guerrero y se realizarán en la zona del Altar Mayor, los días 9, 22 y 23 de mayo, a las 20:00 horas.
El objetivo principal de la Cátedra es valorar, investigar y dar a conocer la Catedral de Sevilla como referencia de relación entre Fe, arte y cultura. En segundo lugar, la Cátedra pretende crear un fondo bibliográfico especializado, en colaboración con la Biblioteca Benedicto XVI y con las publicaciones de la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla. Por último, se persigue estar en contacto con todas las instituciones -universidades, diócesis, congregaciones religiosas, seminarios, archivos, etc.- que investiguen o difundan los estudios especializados en Fe, arte y cultura.
Fecha limite de inscripción, 30 de abril.
Aquellas personas que deseen el certificado de asistencia deberán asistir a las tres sesiones y solicitarlo en el correo de inscripción.
La inscripción puede realizarse a través de catedramagna@catedraldesevilla.es rellenando el siguiente documento:
SOBRE LA FIGURA DE FRANCISCO GUERRERO
El 9 de marzo de 1574, Francisco Guerrero obtuvo la titularidad definitiva de Maestro de Capilla de la Catedral de Sevilla.
Sevillano de nacimiento, Francisco Guerrero es uno de los compositores españoles más importantes de la historia. Junto a Tomás Luis de Victoria y Cristóbal de Morales conformaron lo más destacado de la música española del Renacimiento.
Se inició en los estudios musicales con su hermano y más tarde fue discípulo de Cristóbal Morales en Toledo (1545-1546).
Ocupó la plaza de Maestro de Capilla en la Catedral de Jaén durante tres años. Luego marchó a la Catedral de Sevilla, donde obtendría el puesto de Maestro de Capilla a perpetuidad.
La etapa de Guerrero en la Catedral supondría para esta iglesia, en palabras de José Mª Llorens Cisteró «la época más brillante de su historia musical». Gran fama tiene su libro Viaje de Jerusalén en el que relata su peregrinación a Tierra Santa en 1588. Guerrero aprovechó el viaje para imprimir dos de sus libros en Venecia. La mayor parte de sus obras se imprimieron fuera de España, donde la imprenta musical no era muy rica.
Se ha insistido mucho en la sensibilidad de su estilo compositivo, pero también fue maestro del contrapunto y la fuga.