La Misa en la que se procederá a la entrega del palio arzobispal a don José Ángel Saiz se celebrará en la Catedral de Sevilla el sábado 11 de septiembre a las once de la mañana; las puertas de Palos y San Miguel estarán abiertas desde las 10:00 h. El inicio de la visita cultural se retrasa a las 14:30 horas.
El pasado 29 de junio, solemnidad de San Pedro y San Pablo, tuvo lugar en la basílica del Vaticano el acto de bendición de los palios con los que el papa Francisco distingue a los prelados que han sido nombrados arzobispo en el año en curso. Un total de 34 arzobispos procedentes de todos los continentes se dieron cita en la basílica petrina, entre ellos el titular de la Archidiócesis hispalense (en la imagen, departiendo con el Santo Padre al término del acto).
El acto del próximo 11 de septiembre contará con al participación del nuncio apostólico en España, monseñor Bernardito Auza, y de los obispos de las diócesis comprendidas en la Provincia Eclesiástica de Sevilla: Córdoba, Cádiz y Ceuta, Asidonia-Jerez, Huelva, Canarias y Tenerife.
Cada año, en la solemnidad de los apóstoles Pedro y Pablo, el papa bendice los palios al inicio de la misa en la basílica Vaticana.
Antiguamente, tras la bendición, el papa enviaba un palio a cada uno de los arzobispos metropolitanos nombrados en el año inmediato anterior, a quienes se les imponía en sus archidiócesis. Sin embargo, en 1984, san Juan Pablo II inició una nueva etapa, al invitar a los nuevos metropolitanos a concelebrar con él en la basílica Vaticana, e imponerles el palio durente la Misa. Esta costumbre permaneció durante todo el pontificado del papa polaco, durante el pontificado de Benedicto XVI y los dos primeros años del papa Francisco.
En enero de 2015, el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas del Santo Padre, Mons. Guido Marini, comunicó la decisión del papa Francisco de no imponer el palio a los nuevos arzobispos. Explicó que a partir del 29 de junio de ese año los nuevos metropolitanos estarían en Roma, concelebrarían con el Santo Padre, participarán en el rito de bendición de los palios, pero no habría imposición, simplemente “recibirán el palio designado para ellos de parte del Santo Padre de forma más sencilla y privada”. Por tanto, la imposición se efectuaría en sus archidiócesis por parte de los nuncios apostólicos.
El significado de esta modificación, explicó Mons. Marini, es evidenciar con más fuerza la relación de los arzobispos metropolitanos con su Iglesia local y por tanto, dar también a más fieles la posibilidad de estar presentes en este rito tan significativo para ellos, y también particularmente a los obispos de las diócesis sufragáneas, que de esta forma podrán participar en el momento de la imposición. Asimismo, Mons. Marini precisó que “se mantiene todo el significado de la celebración del 29 de junio de 2015, que subraya la relación de comunión y también de comunión jerárquica entre el Santo Padre y los nuevos arzobispos, y al mismo tiempo, a esto se añade -con un gesto significativo- esta unión con la Iglesia local.”