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EL CABILDO CATEDRAL EDITA UN CÓMIC SOBRE LAS MÁRTIRES SANTAS JUSTA Y RUFINA

El Cabildo de la Catedral de Sevilla ha editado un cómic sobre las Santas Justa y Rufina para profundizar en la figura de las mártires sevillanas. Este material podrá descargarse de manera gratuita en la página web y adquirirlo en la tienda de recuerdos del patio de los Naranjos.

El cómic ha sido realizado por el estudio Buenavista, con ilustraciones de Javier Monsalvett y guion de Damián Díaz-Cantelar, todo ello bajo la coordinación general y la revisión de Manuel Soria Campos, capellán Mayor de San Fernando del Cabildo Metropolitano, que fue Párroco de Santa Justa y Rufina en Triana desde septiembre de 2011 a 2023.

ENTREVISTA A MANUEL SORIA

Nuestra Catedral es la iglesia principal de la Archidiócesis de Sevilla y las Santas Justa Rufina son copatronas de la Ciudad y las mártires más antiguas que están documentadas; incluso, podemos decir que es en el relato del martirio de las Santas (siglo III) donde encontramos los datos más antiguos de la Iglesia de Sevilla. También, su iconografía se encuentran muy representadas en nuestra Catedral. Por ejemplo: en las imágenes realizadas Pedro Duque Cornejo o en las pinturas, entre otras, de Hernando de Esturmio, Miguel de Esquivel, Murillo o Goya.

Tampoco podemos olvidar el vínculo establecido entre la representación de las Santas y la Giralda. Dicha vinculación viene de los dos grandes terremotos que afectaron a nuestra Ciudad: el terremoto de Carmona 1504 y el terremoto de Lisboa de 1755, que trajeron consigo la leyenda de que las Santas Justa y Rufina, durante los mismos, sostuvieron la Giralda para evitar que se cayera.

En mi opinión, son las imágenes realizadas por Pedro Duque Cornejo (1728), que procesionan cada año, acompañando a la custodia labrada por Juan de Arfe que porta el Santísimo Sacramento durante la procesión del Corpus Christi. Probablemente dicha representación junto con la que pintó Murillo para el Convento de Capuchinos, que se encuentra en el Museo de Bellas Artes de nuestra Ciudad, sean las que tengan una mayor referencia iconográfica para la gente.

La representación más antigua de las Santas Justa y Rufina que podemos encontrar, y cuya referencia aparece también en el comic, es un óleo sobre tabla realizado hacia 1515 por el Maestro de Moguer. Se encuentra en la Real Parroquia de Señora Santa Ana, en él observamos, entre otros lugares históricos de la época, importantes datos relacionados con el Guadalquivir, la zona del Arenal, las Atarazanas, la Catedral o la Giralda. 

Hasta hace tan solo unos meses, fui el párroco de la Parroquia de las Santas Justa y Rufina de Sevilla. Cuando llegué a la Parroquia me interesé por la vida y el martirio de las Santas, y emprendí la tarea de recopilar diferentes publicaciones y datos relacionados con sus vidas y con la historia de su época, algo que fue interesándome mucho. Además, lo que iba averiguando, nos sirvió para difundir entre los feligreses: la época, la vida, el testimonio y el martirio de nuestras Santas Patronas, hasta entonces muy desconocido por la Comunidad parroquial.

Al público en general. Si bien, nuestra intención fue llevar el testimonio de vida cristiana de las Santas a los niños, adolescentes y jóvenes, la publicación que se ha realizado es un valioso medio para que muchas personas puedan saber, no solo, quienes fueron nuestras Santas Patronas y cómo fueron martirizaras, sino también conocer datos relacionados con la Sevilla de finales del siglo III d.C. y con la propagación del testimonio de la vida cristiana de las Santas a lo largo de los siglos.

El comic nos muestra, con bellos dibujos, a dos jóvenes de nuestra Ciudad de finales del siglo III d.C. Nacen y son educadas en el seno de una familia cristiana, en una época que los cristianos no podían vivir la fe pública y libremente. La fe en Jesucristo y los valores cristianos, alimentados con la Eucaristía y la oración, les ayuda para dar testimonio en el ámbito de la vida laboral, concretamente en la plaza pública donde tienen el puesto familiar de venta de cacharros de barro.

Justa y Rufina son inocentes de los hechos que se les acusan. Las autoridades romanas se lo ponen muy fácil: que renieguen de la fe en Jesucristo y se acabó el problema. Pero ellas se mantienen firme ante los diferentes tormentos a los son sometidas. Los diferentes modos de torturas de la época terminaran con sus vidas en este mundo; pero les aguarda el Cielo.

En primer lugar: unas imágenes que hablan por sí misma. Nada más abrirlo, podemos reconocer nuestra Ciudad en su planificación urbanística de finales del siglo III.  A través de magníficos dibujos se nos va contando una parte importante de la vida en la Híspalis romana: las devociones y procesiones paganas; la autoridad y el poder que ejercían los prefectos; el rechazo social que sufrían los cristianos, las persecuciones y las torturas; la fortaleza, la firmeza y el testimonio de fe que presentaban ante las autoridades políticas; la importancia que daban al testimonio, a la coherencia entre la fe y la vida y  las fuerzas que les daba el mantener viva la virtud de la esperanza. Además, cómo el ejemplo de la vida de los mártires supuso una buena semilla que iría dando fruto en la sociedad cuando menos podía esperarse. También, podemos encontrar el valor de las tradiciones y de la piedad popular como medio para mantener viva la memoria de aquellos cristianos que dieron su vida por defender con firmeza y esperanza la fe en Jesucristo.

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