Los días 13, 14 y 15 de noviembre la Catedral acogerá el ciclo de conferencias por el 775º aniversario de la Restauración del Culto Cristiano.
El Cabildo de la Catedral en colaboración con la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla, desarrollará la primera actividad de la Cátedra Magna Hispalensis de Fe, Arte y Cultura, con el ciclo de conferencias por el 775º Aniversario de la Restauración del Culto Cristiano.
El objetivo principal de la Cátedra es valorar, investigar y dar a conocer la Catedral de Sevilla como referencia de relación entre Fe, arte y cultura. En segundo lugar, la Cátedra pretende crear un fondo bibliográfico especializado, en colaboración con la Biblioteca Benedicto XVI y con las publicaciones de la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla. Y, en tercer lugar, se persigue estar en contacto con todas las instituciones -universidades, diócesis, congregaciones religiosas, seminarios, archivos, etc.- que investiguen o difundan los estudios especializados en fe, arte y cultura.
Este primer ciclo de conferencias se realizará en el trascoro de la Catedral, los días 13, 14 y 15 de noviembre, a las 18:30 horas.
La entrada será libre hasta completar aforo, por la Puerta de San Miguel desde las 17:30 h.
Lunes, 13 de noviembre. «Fernando III El Santo y la restauración de la Iglesia de Sevilla en el siglo XIII« –Dña. Isabel Montes Romero-Camacho. Catedrática de historia medieval de la Universidad de Sevilla.
La conquistas militares de San Fernando supusieron el punto culminante de la reconquista castellana que, como es sabido, conllevada la restauración eclesiástica. Sería durante su reinado cuando se restauraron las sedes de Córdoba, Baeza-Jaén, Sevilla y Cartagena – Murcia, mientras que en el de su hijo, Alfonso X, lo fueron las de Badajoz, Silves y Medina-Sidonia, trasladada a Cádiz. Desde entonces, podemos afirmar que, en esencia, esta doble dinámica político-eclesiástica (reconquista-restauración eclesiástica), que había sido tradicional en la Corona de Castilla durante toda la Edad Media, quedaría interrumpida hasta el reinado de los Reyes Católicos, que volverían a poner en práctica el modelo andaluz en las nuevas tierras conquistadas, tanto peninsulares -reino de Granda-, como ultramarinas -Canarias y América-.
Martes, 14 de noviembre. Mesa Redonda «De Mezquita a Catedral». – Participan los Dres. arquitectos D. Antonio Almagro Gorbea de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y D. Alfonso Jiménez Martín de la Real Academia Sevillana de Ciencias.
En 1248, siguiendo una costumbre que comenzó en Toledo, se decidió instalar la Catedral en la aljama de Isbiliya; era un edificio de ladrillo, yeso y expedito. Pata ello, además de reorientar su espacio interno al Este, hicieron obras para alojar las actividades cristianas restauradas, obras que un siglo después prácticamente habían colmatado la parte cubierta. Este tema arquitectónico será desarrollado por Antonio Almagro.
En 1433, tras medio siglo de dudas y tentativas, el Cabildo, de acuerdo con el Rey, decidió el derribo del edificio, que debía estar ruinoso, para replantear la construcción de la Catedral de piedra; por lo tanto, fue necesario buscar acomodo, sin salir de las cadenas, a tres grandes áreas funcionales, cuyos complejos y continuos usos no debían pararse ni un solo día: la Capilla Real, el Coro y el Sagrario. Este tema arquitectonico será desarrollado por Alfonso Jimenez.
Miércoles, 15 de noviembre. «La mariología en época fernandina y alfonsí». – Rvdo. D. Álvaro Román Villalón, doctor en mariología de la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla.
La devoción a la Virgen María desempeñó un papel importante en la restauración del culto cristiano en Sevilla, constituyendo todo un paradigma en la sistematización de valores de la nueva sociedad cristiana. A la virgen fue dedicada la Catedral y a su intercesión se atribuyó la gesta del rey santo en la reconquista de la ciudad. Todo ello durante uno de los siglos más sobresalientes en cuanto a la especulación mariológica y a la veneración mariana se refiere. Respecto a esta última cabe destacar el establecimiento de las grandes fiestas marianas, la popularización de las antífonas y el culto de las imágenes. La Virgen de los Reyes y la Virgen de la Sede fueron un referente clave para la devoción y la construcción de los modelos iconográficos, sin olvidar, en este sentido, el enigmático simulacro pictórico de la Virgen de la Antigua. Las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio, reflejan todos los aspectos, poniendo de manifiesto la influencia de los códigos socio-culturales de la época en figura de la Virgen y en la devoción del pueblo hacia ella, siendo un icono más que elocuente de la interpretación del amor a la Madre del Señor como el más elevado y digno de ser trovado.