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La pasada semana se llevaron a cabo los trabajos de desmontaje para la restauración de la vidriera número 38 de «La Ascensión», atribuida a Arnao de Flandes (1541). Este vitral se encuentra sobre la Puerta de la Concepción anexa al Patio de los Naranjos.
Estos trabajos se enmarcan dentro de la segunda fase del desmontaje del Altar de Plata de la Catedral para su intervención integral, junto con los elementos y enseres que acompañan el espacio celebrativo usados como presbiterio en el transepto de la Catedral. Ahora esta fase continúa con el desmontaje de la gran vidriera óculo de “La Ascensión”, los parámetros verticales, bóvedas, las pinturas murales y lienzos, así como los retablos de la Virgen de Belén y de la Asunción de Durango.
Como sucede con cada vidriera de la Catedral, antes de proceder a la restauración, se realiza un estudio preliminar de los aspectos más relevantes de cada una para conseguir la necesaria información sobre el estado del vidrio (grado de suciedad, fracturas, lagunas, corrosión), las capas pictóricas desprendidas, la red de plomo fracturada y los repintes en frío, entre otros. Además de otras patologías, los elementos atmosféricos adversos juegan un papel importante en el deterioro de las vidrieras.
