Hoy, 24 de enero, la Iglesia recuerda a San Francisco de Sales, patrón de los periodistas y escritores católicos a cuyo amparo e intercesión la Iglesia confía a todas aquellas personas que se dedican a la noble profesión del periodismo y al oficio de escribir.
La devoción y la defensa de la fe que caracterizaron a este santo y doctor de la Iglesia son puestas como modelo para los periodistas y escritores, cuyo norte debe ser siempre la difusión de la verdad y la edificación de la humanidad.
Desde este portal web gestionado por profesionales del medio, queremos felicitar y enviar nuestra gratitud a todos los compañeros comunicadores que trabajan fielmente al servicio de la verdad y la información, su compromiso, responsabilidad y ética, asumiendo la grandeza de informar, comunicar y establecer grandes lazos con todas la comunidades.
Con motivo de esta festividad, el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, presidirá hoy viernes la Eucaristía que comenzará a la una de la tarde en la capilla del convento de las salesas (Plaza de las Mercedarias). A la misma están invitados todos los profesionales del ámbito de la comunicación en Sevilla.
Sobre la vida de San Francisco de Sales
Este santo de la Edad Moderna, nacido en el ducado de Saboya, hoy entre Francia e Italia, en 1567 y fallecido en 1622 en Lyon, destacó por su gran capacidad comunicativa a través de la escritura. Recibió el reconocimiento como patrón de los periodistas y escritores por parte del Papa Pío XI en 1923.
Desde su ordenación como obispo de Ginebra, San Francisco de Sales completó una intensa actividad literaria, que ya había comenzado con su misión evangelizadora en Chablais, donde redactó folletos que se distribuían entre la población a modo de pasquines diarios. Sus obras más señaladas son ‘Defensa del estandarte de la Cruz’, ‘Introducción a la vida devota’, los doce libros del ‘Tratado del amor de Dios’, ‘Conferencias espirituales’, ‘Sermones’ y ‘Cartas’.
En su memoria destacamos la escultura de «San Francisco de Sales», de Ricardo Bellver, en la Puerta de la Asunción, de la Catedral de Sevilla, concretamente en su cuerpo superior, a la izquierda, con libro en una mano y lanza en la otra. Éste Santo, como toda la decoración escultórica de dicha portada fue realizado en cemento, en este caso en 1888.