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En la tarde de ayer, el arzobispo de Sevilla, monseñor Saiz Meneses bendijo el fin de la restauración del órgano de la iglesia de El Salvador en un acto que contó con una breve presentación por parte de Óscar Laguna, organero responsable de los trabajos acometidos en estos años y la intervención al órgano a cargo Pedro Luengo, organista de la Catedral quien interpretó la Sonata en re menor de Domenico Scarlatti.
Los trabajos de restauración comenzaron en 2019 estructurados en varias fases detenidas durante la pandemia del Covid y retomadas posteriormente. Durante estos años se han llevado a cabo trabajos sobre los secretos, tablones acanalados, secretillos y boquilleros de la batalla. La reconstrucción de elementos en la fachada trasera, restauración mecánica de registros, reconstrucción de fuelles y portavientos. Se ha instalado un nuevo motor, caja motor y tapas de portavientos. Restauración mecánica de notas, nuevos teclados y ajustes de adaptación de la mecánica; restauración de la tubería, ajustes en el mueble, plafones, techo, cierres y armonización y afinación.
HISTÓRICO
Tras la finalización en 2008 de las obras de restauración integral del templo, quedaron pendientes, entre otros, los trabajos de remontaje y restauración del órgano y su mueble. Los más de 350.000 € de presupuesto hicieron inviable en ese momento devolver el instrumento a su lugar original como estaba previsto en un principio para la Fundación Iglesia Colegial del Divino Salvador.
Desde 2003, año en el que fue desmontado y trasladado por la empresa Gerard Grenzing a los almacenes que el Cabildo dispone en San Jerónimo, las más de 2.500 piezas se encontraban embaladas acusando el paso del tiempo y algunos problemas de humedad.
En estos años, ha sido inquietud constante de los miembros del Cabildo de la Catedral, gestor de la iglesia, contar con los recursos económicos suficientes para hacer frente a los gastos que supondrían poner en marcha las obras de rehabilitación de un instrumento que presentaba tantas deficiencias, sobre todo en su tubería, secretos y portavientos.
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RESEÑA HISTÓRICA
Situado en la parte superior del muro, a los pies de la nave central, el actual órgano barroco, considerado el más importante de Andalucía, es el resultado de una brillante tradición musical cultivada en la Colegial del Salvador desde sus orígenes y alcanzando su mayor esplendor en los primeros años del siglo XVII, con la figura de Francisco Correa de Arauxo, máximo exponente de la música organística española.
El actual órgano fue concebido en orígenes por Francisco Ortíguez para ocupar el espacio de la nave central junto con el coro. En 1772 y motivado por los inconvenientes causados por las obras que estaba realizando Cayetano de Acosta en el Altar Mayor, obligaron a desmontar tanto la maquinaria musical como la vieja caja, hasta que a finales de 1788 se tomo la decisión de construir un nuevo órgano según los planos y diseño de Juan de Bono quien llevaría a cabo los trabajos entre 1792 y 1794. El acuerdo se cerró por un importe de 65.000 reales considerando el aprovechamiento de los restos del viejo del que “se hallaban los fragmentos por las tribunas y rincones de la iglesia”. Juan de Bono estaba por entonces concluyendo el órgano de la Catedral como ayudante del maestro Jorge Bosch.
La caja se encargó a Manuel Barrera y Carmona, reconocido retablista de influencia neoclásica, por un importe aproximado de 15.000 reales.
Este nuevo órgano se terminó de instalar en 1796 en el segundo tramo de la nave central, en la tribuna lateral derecha, su final traslado a la actual tribuna se produjo entre 1861 y 1867 y supuso reformas en la parte trasera al tenerse que adosar al muro de la contraportada.
Tribuna del órgano
Se trata de una gran máquina instrumental, cuyo diseño es de un claro estilo neoclásico. Presenta una fachada equilibrada y elegante con superposición de un cuerpo principal y un ático, estructurados por pilastras y columnas corintias.
A pesar de su sobriedad clasicista, el órgano mantiene recuerdos de la ornamentación barroca, que podemos ver en los ángeles que rematan el primer cuerpo, y sobre todo el gran ángel trompetero que remata todo el conjunto.
El ángel trompetero, simboliza la figura de la música, y evoca el gran programa de ángeles que había desarrollado Cayetano de Acosta en el Retablo Mayor de el Salvador.
El órgano se sustentaba por una amplia tribuna empotrada en el muro y formada por estructura de cerchas de hierro y tirantes que daban forma a su vez al espacio inferior del cancel, compuesto junto con los otros existentes en la Iglesia por Juan Díaz entre 1711 y 1712.
Estructura metálica del órgano
Ya hay constancias de que en el siglo XIX se traslada el instrumento de su ubicación original a la tribuna sobre el cancel principal situado a los pies de la nave principal, perdiendo la doble fachada original.
RESTAURACIONES:
En 1965 sufrió una intervención por la empresa “Aquilino Amézua. Hernani” que romantizó su sonoridad seguramente siguiendo los cánones de la época.
En 1983, con motivo de la conmemoración en 1984 del cuarto centenario del nacimiento del sevillano Francisco Correa de Arauxo, uno de los mejores organistas de todos los tiempos y gran maestro del siglo XVII, se lleva a cabo una restauración del instrumento a cargo de la empresa Gerard Grenzing que devuelve la sonoridad barroca original, “desromantizándolo” y reconstruyendo su parte mecánica (teclados y transmisión)
En 2003 y por imperativo técnico tras el inicio de las obras de restauración del templo, se procedió al desmontaje completo del instrumento a cargo de la empresa Gerard Grenzing.
Operación de desmontaje y embalaje
De 2019 a 2025
