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Hoy, 11 de marzo, se celebra la fiesta de la dedicación de la Catedral de Sevilla, una celebración que conmemora la consagración católica del templo principal de la Diócesis.
Este evento no solo es una oportunidad para recordar la rica historia de la Catedral, sino también para reflexionar sobre su importante papel como centro neurálgico de actividad sacramental, pastoral y catequética. Su intensa vida espiritual se refleja en la variedad de ceremonias y actos religiosos y actividades catequéticas que se llevan a cabo a lo largo del año.
La fiesta de la dedicación de la Catedral de Sevilla es una ocasión para celebrar no solo su rica historia y legado, sino también su continuo compromiso con la vida espiritual y religiosa de la comunidad.
Historia de la Dedicación
La restauración del culto cristiano en la sede hispalense se produjo en 1248, año en que el rey santo Fernando III tomó la ciudad de Sevilla. Este importante acontecimiento marcó el renacimiento de la vida cristiana en la región. Por Bula de Inocencio IV del 24 de junio de 1251, don Felipe, hijo de Fernando III, fue nombrado electo de Sevilla. Además, se concedieron indulgencias a todos aquellos que estuvieron presentes en la dedicación de la Catedral, celebrada el 11 de marzo de 1252. Unos días después, el 20 de marzo de 1252, Fernando III dotó económicamente al Cabildo por primera vez, como consta en el privilegio rodado conservado en el Archivo Capitular.
