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Dentro del programa de actuación que el Excelentísimo Cabildo de la Catedral de Sevilla inició hace ya algunos años para restaurar las fachadas del templo, en la actualidad se está llevando a cabo la intervención de Conservación de las Fachadas que comprenden el Pabellón Meridional y la Capilla Real, con una superficie de alrededor de 5.000 m2.
Estas fachadas de la época renacentista de la Catedral se corresponden con el periodo iniciado en 1528, cuando se crea una notable serie de dependencias anexas al templo gótico siguiendo un plan unitario: la Sacristía Mayor, la Sala Capitular, el conjunto de la cabecera con la Capilla Real y otras dependencias anejas. Todo ello de la mano de una serie de artistas de primer orden que se inicia con Diego de Riaño como maestro mayor, al que sucedió Martín de Gainza y finalmente Hernán Ruiz II, que culmina la construcción de la Capilla Real.
Los límites de la intervención de conservación y restauración también han venido dictados en aras de criterios de seguridad: se intervienen todas aquellas fábricas exteriores susceptibles de sufrir problemas de desprendimiento de elementos o fragmentos que puedan caer a la vía pública y que por tanto pudieran provocar daños en los viandantes que circulan alrededor de la Catedral.
Estas obras, cuyo promotor es el Cabildo Catedralicio, se comenzaron en Agosto del año 2016 y se prolongarán hasta el año 2018. El presupuesto total asciende a 1.767.448 euros. La intervención, que realiza la empresa Ártyco, contempla las actuaciones previamente previstas y aprobadas en el Documento Técnico que se redactó al efecto, dirigido a la inspección y el estudio del estado patológico que afecta a la conservación de esta fachada, así como una propuesta de actuación para poder acometer las obras.
La magnitud de la intervención, ha propiciado que ésta se divida en cuatro fases de actuación: la primera, tiene un presupuesto de 456.860 euros y una duración de siete meses finalizada en el mes de abril. En la actualidad se trabaja en la segunda fase que acabará a finales del presente año y a continuación está previsto que se realicen las fases tercera y cuarta en las fachadas de la Capilla Real.
Esta intervención tiene como eje prioritario la utilización de procedimientos dirigidos hacia la estabilización de los procesos de alteración y así poder llegar a definir una estrategia de conservación preventiva. Por ello, el Documento Técnico se centró en la localización del origen de los deterioros y planteó que, de forma previa a la intervención sobre los materiales pétreos, se habrían de ir solucionando los problemas relacionados con la estabilidad y estanqueidad de las fachadas, como se está haciendo, de forma que el conjunto se encuentre en adecuadas condiciones en cuanto a su comportamiento estructural y a los posibles aportes de humedad.
Así, la actuación se está realizando partiendo de la recuperación de todos los elementos originales, ya sean decorativos, constructivos o estructurales, y mediante tratamientos específicos de restauración, se alcanza el necesario grado de consolidación y resistencia que asegure la estabilidad de cada elemento y del conjunto de las fachadas.
Finalmente, el Cabildo asume que el instrumento primordial para garantizar la conservación de las fachadas, es el desarrollo sistemático de un Programa de Mantenimiento, como el que se está realizando en las Portadas, en concordancia con los objetivos marcados en su restauración.
